Hoy no quiero que mi voz interrumpa a la suya. Hoy no quiero hablar de mí, o de nosotros, o de todo lo que significó Mercedes Sosa para nuestra generación, para nuestro país, para nuestra historia, para nuestra cultura, para nuestro continente. Hoy sólo quiero callar y escucharla, por siempre, y dejar que las canciones a las que le dio alma hablen por mí.
Zamba para no morir
Romperá la tarde mi voz
hasta el eco de ayer
voy quedándome sólo al final
muerto de sed, harto de andar
pero sigo creciendo en el sol, vivo
era el tiempo la flor
la madera frutal
luego el hacha se puso a golpear
verse caer, sólo rodar
pero el árbol reverdecerá, nuevo
Al quemarse en el cielo la luz del día, me voy
con el cuerpo asombrado me iré
ronco al gritar que volveré
repartido en el aire al gritar, siempre
Mi razón no pide piedad
se dispone a partir
no me gusta las muerte ritual
sólo dormir, verme borrar
una historia me recordará, vivo
veo el campo, el fruto, la miel
y estas ganas de amar
no me puede el olvido vencer
hoy como ayer, siempre llegar
en el hijo se puede volver, nuevo
Letra: Hamlet Lima Quintana
Música: Ambros- Rosales
En http://www.mercedessosa.com.ar/marcosmaster.htm, la página oficial de la Negra, pueden leerse mensajes llegados desde todas partes del mundo, que testimonian de manera elocuente y conmovedora el legado que dejó esta artista querida, inmortal e irrepetible, que supo ser la voz de un continente.