domingo, 8 de noviembre de 2009

Poemita zonzo a la anónima alegría de vivir




A Marisa Peña, con cariño y admiración.

 Somos gente del montón,
uno más del pasamanos,
con rostros descascarados,
que nunca máscaras son;
uno más de tantos ceros,
de la fila, de la lista,
auténticos desgarrados,
callados, pensantes, quedos,
metidos dentro de un sueño
silencioso e invisible;
ciegos, mudos, luminosos,
cuya chispa no traspasa
agujeros imposibles.


Somos nada entre la nada,
somos todo en nuestro mundo,
nos reímos de la muerte
y por dentro la lloramos,
abrazamos la belleza,
que nos da vuelta la cara.


Vamos oliendo, vamos mirando,
vamos gozando, vamos vibrando,
vamos ajenos, casi alienados,
vamos insulsos, vamos callados.


Fuimos los más raros de la clase,
somos los más nadies de la calle.


Y nos quejamos, somos amargos
y contagiamos nuestra amargura,
aunque una sola cosa es segura:
lo disfrutamos, nos divertimos,
y nos inquieta buscar la forma,
de gozar más de esta vida corta.

Sufrimos por los que sufren,
gozamos pequeñas glorias,
soñamos un mundo bueno,
para propios, para ajenos,
peleamos en mil batallas,
ardimos en mil hogueras,
y aunque vivimos cansados,
siempre estamos renaciendo.

Nuestros sueños son tan breves,
gigantesca es nuestra hazaña,
sabor del pequeño logro,
manjar de las emociones,
bebemos de las pasiones ,
sufrimos las decepciones;
relinchamos como potros
cuando sufre algún hermano,
y allí vamos, relucientes,
a sacarles sus gusanos.


Somos nadie, aunque sabemos
que en la nada siempre hay mucho,
nos gusta encontrar tesoros
ocultos en basurales,
nos sentamos en umbrales
a gozar de lo que pasa,
y a viajar por todo el mundo
en la puerta de tu casa.


Somos gente del montón,
uno más del pasamanos,
que vivimos con la euforia
de abrazarnos entre hermanos.


A.L., X-XI-IX


Este poema es un "estreno en simultáneo" con La Cofradía para una propuesta de este querido blog abierto y colectivo. Lo reproduzco también en este espacio para asegurarme de que lo lea Marisa Peña, querida y admirada cófrade, y para compartirlo con los amigos en común aquí y allá. Espero hacerte llegar, querida Marisa, un poco de primavera rioplatense a tu otoño madrileño, que aunque sea melancólico, sabes vestir de belleza con tus palabras.








13 comentarios:

Marisa Peña dijo...

Querido Alejandro...he venido varias veces, leo, me emociono.Creo que la vida nos da y nos quita en la misma medida.Si una puerta se cierra, alguien abre de par en par las ventanas.Eso has hecho tú.Cuando las dudas me cercaban, cuando pensaba que mi poesía no logra hacerse camino en los grupos poéticos a los que he intentado acercarme, cuando no recibo respuesta de editores o de críticos que me pidieron poemas y luego no me han respondido, llegas tú con esta bella ofrenda, con este regalo de palabras, con tu afecto, tu luz, y tu alegría.Gracias de corazón , a ti y a los que siempre están ahí, leyendo, alentando, emocionándose.un abrazo enorme, amigo del alma.

Goliardo dijo...

Querida amiga, no sabes cuánto entiendo el injusto desaliento que te invade, aunque soy menos valiente que tú, y nunca me atreví a recorrer editores. No sé como será allí, en España, pero aquí las editoriales prefieren publicarles libros de "poesía" a vedettes tontas que explotan su tontería (no es chiste, es cierto)improvisando deleznables versitos infantiles. Y uno sabe que detrás de eso hay talentos rechazados o ignorados, por una simple y sencilla razón: negocio. Mientras la tonta vedette se asegura la venta aunque sea por mera broma o caricatura, el desconocido poeta talentoso no interesa al gran público. Por desgracia, amiga del alma, nos ha tocado vivir una época difícil para el arte, aplastado por el hiperconsumismo globalizado.
¿Cómo hacer para que sientas, más allá de estos tropiezos momentáneos, que no debes dudar de tu poesía, que si bien son tiempos duros, tu esfuerzo, tu trabajo y tu talento tendrán que ser recompensados algún día? Quizás sean estos los espacios más diversos y novedosos, y quizás se pierdan los "grandes" conocedores que manejan el mercado poner su mirada en estos humildes borradores.
No olvides que los grandes artistas han vivido grandes desalientos, y quizás hayan llegado a pensar que su obra no valía. Siempre recuerdo a Cervantes, por ejemplo, quien tantas veces debe haber pensado en que lo suyo no era la literatura, y quien alguna vez manifestó, desalentado, que no se podía competir con un "monstruo" como Lope.
Mientras tanto, nos queda la mirada sensible, nos queda la palabra. Seremos del montón, pero brillamos y nos encontramos.
Un abrazo cálido, afectuoso y admirado. De verdad te mereces lo mejor.

©Claudia Isabel dijo...

Hermoso este poema que nos representa como proletariado que somos, pero no por eso menos singulares, porque cada uno de nosotros somos únicos, sin copia...

María es una luchadora de las letras, y tiene su norte bien marcado, nada la detendrá a pesar de las desilusiones...otros(me incluyo) vamos más lento, temerosos de ser rechazados...
bien por María!

Un abrazo inmenso

Isabel Mercadé dijo...

¡Oh, Alejandro, me ha encantado! Y ¿sabes? me encantan también las coplas de Marisa y cuando las leo, sin darme cuenta, canto por dentro al son de la copla, en cambio, cuando he leído tus octosílabos, por más que me esforzara en cantar otra cosa, el tono era el del tango. Es un tango, y un tango maravilloso. Gracias mil.
Un abrazo inmenso.
(Y sigo cantando, y hasta bailando)

carmen jiménez dijo...

Déjame que repose una vez más estos versos que hablan de lo parecido que somos los seres humanos. Y permíteme que lo haga con palabras de mi marido. Él siempre dice que somos tan distintos unos de otros, tan singulares y únicos que ahí precisamente radica nuestra igualdad.
Me emociona especialmente tu dedicatoria porque sabes lo mucho que quiero a nuestra querida poetisa Marisa, y lo mucho que se merece este reconocimiento.
Un placer leerte aquí o en la Cofradía.
Besos mil.

Goliardo dijo...

Gracias, Claudia, me gusta tu calificación de proletarios, singulares, únicos. Y es cierto también cuanto decís de Marisa y nosotros, es valiente exponerse a eso que nosotros no nos animamos, pero el reconocimiento llegará, ya que creo (creemos) en la combinación de trabajo, constancia y talento. Te agradezco por sumarte con tu poesía. Un beso grande.

Goliardo dijo...

Querida Bel, en el otro blog "La Cofradía", Santi observó lo mismo que tú, y ahora viró hacia la milonga, también emparentada. Yo no me había percatado, pero es cierto que tiene melancolía y no deja de lado la tristeza, construyendo una particular alegría que quizás tenga mucho que ver con nuestro temperamento rioplatense. Como sea, siempre agragas visiones a mis escritos que los iluminan. Y eso hace a tu aporte indispensable. Te lo agradezco desde el corazón. Un gran abrazo, querida amiga, mientras bailo contigo (aunque al tango prefiero cantarlo, que bailando soy muy malo).

Goliardo dijo...

Gracias, Carmen querida, por tu comentario aquí y allá. Compartimos el cariño y la admiración por Marisa, lo sé, y me alegra entonces compartir estas líneas para ella, también como cófrades que las inspiraron. Y es cierto lo que dice tu marido: iguales en lo distinto. Agregaría quizás que somos variantes de una misma escencia que se encuentra y se reconoce. De allí nos reconocemos en esa alegría de abrazarnos entre hermanos, entre cófrades. prolongo entonces este abrazo.

Marple dijo...

Mi estimadísimo Goliardo:

apelo a tu sensibilidad y a tu maravilloso corazón para que me perdones de verdad.
Soy rara, es cierto, también bastante solitaria y a veces no me doy cuenta del alcance de mis palabras.
Estamos pasando en estas tierras por momentos que nos duelen mucho, no sólo por el SI que no fue votado y nos deja con muchas preguntas que incluyen si nuestra vida tuvo significado .Desde los 20 años andamos persiguiendo una utopía que se va cumpliendo de a poquito,y a veces parece que nada, ,preguntándonos eso que escribiste en el post anterior:
"¿será posible enderezarse y caminar..."etc
La campaña electoral está tan plagada de mentiras, es tan absurda, que lo confieso, me vuelve irascible, peleadora, porque la impotencia es grande.
Hasta el último día no se sabrá que más irán a inventar los ya perdedores contra el candidato más votado, para ensuciar su imagen.
Para la gente de mi edad que sabemos la historia de memoria, porque la vivimos, es muy duro, muy duro.
Lo que te quiero decir es que si mis palabras te ofendieron, te pido disculpas y que lamento no haber borrado el comentario antes que lo leyeras.
Tu entusiasmo hace falta en la cofradía para matizar el desencanto de las ancianas como yo.

un gran abrazo

PD) al decir de Benedetti, soy una triste con vocación de alegre.

Goliardo dijo...

Querida Marple:

No hay nada que disculpar, no hay ofensa posible, y si hay algo para criticar, bienvenido sea. Las palmaditas en el hombro son saludables, pero también uno espera de los amigos, de los leales, la observación honesta. Eso sí, soy cabeza dura y discutidor, y contesto, en especial con la gente a la que estimo, y con quienes considero que vale la pena aclarar algo. Consecuentemente, jamás sería rencoroso con quien me diga lo que piensa respetuosamente. Reconozco que a veces me extiendo demasiado, y quizás hable de más, y oscurezca en vez de aclarar. Por eso, yo también borré el comentario.
Pido disculpas por mi parte, y te abrazo de corazón, con sonrisa franca y sincera.
Y ahora dejame que me deslengüe como es mi costumbre, pero sin ánimo de discutir, sino más bien de consolar, o de hacer ver las cosas desde otro punto.

Soy argentino, y no reniego de eso, pero no por ello deja de dolerme mi país. Ni siquiera me queda el desencanto, ya estoy en la etapa del descrédito absoluto, y lo que es peor, creo que el problema somos nosotros, y cada día somos peores, estoy convencido de vivir en una sociedad en disolución, donde la inteligencia y la sensibilidad son cosa de fracasados. Vos citás parte de mi poema anterior, y curiosamente lo escribí pensando en un estado de ánimo individual, pero al releerlo antes de postearlo, se me ocurrió interpretarlo como metáfora del país. Y lo viví como tan real que me dolió a mí mismo mirarme en ese espejo.
Para no irme por las ramas, te diré que creo, como dije en otros comentarios de otros blogs, que Uruguay, más allá de los tropiezos y desencantos (triunfo del NO, campaña sucia, desengaño quizás de parte de la propia dirigencia, etc.) tiene mucho por pelear, porque tiene mucho que ganar. Todo se resume a un dato objetivo: el Frente es mayoría. Habrá asignaturas pendientes, pero habrá que seguir peleando, habrá que presionar por otro lado, habrá que buscarle la vuelta a la Corte Suprema para que siente algún precedente. No lo sé, en realidad, porque opino desde afuera, pero desde ese lugar es que envidio sanamente la pasión que todavía tienen como para hacerse malasangre.
Acá te pegan un tiro para robarte las zapatillas, muchísimos chicos pobres tienen el cerebro quemado por el paco, los valores tienden a desaparecer, de distintos modos en las distintas clases sociales (trabajo con alumnos de alto poder adquisitivo y con chicos de clase media-media baja), y se supone que éramos "el granero del mundo", la Atenas del Plata, y ahora somos una ruina de la que se ríen, y nuestra fanfarronería resulta antipática y patética. Y entonces ¿que nos queda? casi nada, quedamos nosotros, los amigos, los hijos, la compañera, los hermanos, los que están y el recuerdo de los que se fueron, y unas ganas muy grandes de irse y empezar de nuevo en otra parte, porque uno se siente ajeno en casa propia ¿Cómo no mirarlos a Uds como una especie de reserva moral y espiritual?
En ese sentido, para mí este encuentro con la gente de La Cofradía es un despertar de esperanzas, es descubrir que hay almas sensibles más allá de la chatura que nos rodea, es volver a creer que se puede inventar algún sueño compartido. Y eso es como para festejarlo. Y como suelo extralimitarme cuando estoy entusiasmado, entiendo que quizás me vuelva latoso y metido. Si es así, pido perdón, no es la intención. De verdad, siento un gran respeto y admiración por todos los que se arrimaron a esta Cofradía, que creo que aún tiene mucho que decir.

Un gran abrazo, de todo corazón.

Marple dijo...

Gracias, Goliardo, mientras haya gente como tú no todo está perdido.
La gente de la cofradía es muy especial, no lo vas a creer pero no conozco a ninguno personalmente.
En todos lados se cuecen habas , acá no todo es tan lindo como te parece y conozco argentinos que son una maravilla de personas.
un abrazo

MARCUCHO dijo...

Alejandro querido, hace tiempo no pasaba o si, pero no firmaba. Muy lindo poema, me vi reflajado en el mismo al ser un Don nadie tambien, pero bueno soy Don che, no cualquiera...te mando un abrazo y espero que la "clausura" del blog dure poco,te cayo ARBA no ¿? paga lo que debes jaj !!!!

Saludos


Marcucho (The King of Cucurucho )

Goliardo dijo...

Estimadísimo don che:
Usted bien sabe que aquí será alguien siempre, y que provocan risas y alegrías sus visitas. Estoy tratando de tramitar el levantamiento de la clausura, pero me reclaman una fortuna. La culpa es de mi contador, el Laucha, que es un colgado y se olvida de pagar. Por las dudas ¿no tenés un pesito para el ARBA?
Nos estamos veindo, y si no, nos pondremos anteojos.