domingo, 4 de julio de 2010

Finales eran las de antes...

Para que los hermanos uruguayos se vayan entonando (como sea, les quedan dos partidos más)




Tengo la certeza de que por aquellos años, el fútbol era mucho más popular en Uruguay que en Argentina (quizás alguien más memorioso o documentado que yo me lo pueda confirmar o desmentir). Me  baso en el hecho de que en la época de oro del Zorzal criollo, entre los '20 y los '30, el box era más popular en estas costas, que el deporte del balón. Lo acreditan tangos y crónicas de la época. Sin ir más lejos, un joven de aquellos años, Julio Cortázar, era fan del pugilato y no se le conocen, hasta donde sé, preferencias futboleras. Sin ambargo, ha de haber sido un deporte en franca expansión, teniendo en cuenta la medalla de plata lograda en los juegos de Amsterdan, de 1928. Pero nada podía ser comparable en esta orilla del río a lo que pasaba en la otra, donde pisaba fuerte la verdadera potencia internacional del fútbol, Uruguay, quien definitivamente destronó al gran campeón histórico del fútbol olímpico desde antes de la Primera Guerra Mundial, la nación creadora de este deporte: Inglaterra, medalla de oro en Londres 1908  y Estocolmo 1912. Uruguay en el '28 alcanza en el medallero a los británicos consiguiendo su segunda medalla dorada, repitiendo el logro de Paris 1924.
Hay que imaginarse la sensación que causó en el viejo continente esa formación uruguaya, como para que la recientemente creada Federación Internacional del Fútbol Asociado planificara sin dudarlo su primer campeonato mundial en las lejanas tierras del bicampeón olímpico, más allá de las protestas de las delegaciones europeas a las que le significaba un parate de tres meses en sus campeonatos locales el interminable viaje hasta el otro lado del mundo, y para colmo durante el invierno austral. De hecho, en los mundiales siguientes se boicoteó la organización en Sudamerica, lo cual provocó la ausencia de Argentina y Uruguay en los campeonatos de Italia 1934 y Francia 1938.
A Argentina, sin embargo, en aquél primer mundial, le tocó un segundo puesto nada indigno, por lo que se vé, tanto en Amsterdam 1928, como en el mundial de Uruguay 1930, donde repitieron la final y los puestos. Nacía así una rivalidad en la que a los uruguayos les cabría, durante varios decenios, la primacía indiscutida, que hace que hasta el día de hoy, si se suman las particiapciones entre los primeros cuatro puestos, Uruguay esté históricamente arriba de Argentina, quien después de aquella final del '30 tendría que esperar cuarenta y ocho años más para volver a ser finalista y obtener su primer campeonato, en Argentina 1978.
Pero volviendo al '30... y pensar que Brasil todavía estaba en pañales. Aquella final rioplatense fue de lo más vibrante: un 4-2 en los noventa minutos da la pauta de lo que fue eso, en un fútbol que se caracterizaba por atacar con más hombres que con los que se defendía, pero en el que, de todos modos, se jugaba con una pelota más pesada, botines rústicos y campos de juego que a veces eran verdaderos pisaderos. Hace poco fantaseamos en casa con la posibilidad de hacer un experimento, y hacer jugar a los astros actuales un partido en esas condiciones. Nuestra conclusión fue que sería imposible porque se lesionarían todos, y hoy por hoy hay demasiado dinero en juego.

Para 1950, Europa lamía aún las cicatrices de la Segunda Guerra Mundial, y la organización del primer mundial de la pos guerra se le encomendó a  Brasil, el único país sudamericano con presencia en todos los mundiales disputados hasta ese momento, pero con un historial más pobre que sus vecinos: ninguna medalla olímpica y un tercer puesto en Francia 1938. Brasil sueña, entonces, con su primer campeonato mundial: construye el estadio más grande del mundo hasta ese momento, el estadio Maracaná, y alista un equipo imbatible, que sin mayores dificultades llega a la final. Lo que ni se imaginaban, era que en frente tenían al decano del fútbol sudamericano, demostrando que veinte años no es nada, cuando el fútbol se lleva en las venas.




Si tenemos en cuenta que en las útimas finales tuvimos, por ejemplo,  en Estados Unidos 1994 un 0-0 entre Brasil e Italia, que se resolvió por penales a favor del primero, y el mismo tipo de resolución en Alemania 2006, a favor de Italia, y sumando que en este caso lo más destacado que quedó del partido fue el cabezazo de Zidane a Materassi: ¿alguien puede poner en duda que finales eran las de antes?


A veces, el fútbol es simplemente la más maravillosa forma de lo locura. Y si no, quedémonos con esta imagen para ejemplo.











FELICITACIONES POR VOLVER A LA HISTORIA GRANDE, URUGUAY ESTÁ ENTRE LOS CUATRO MEJORES DEL MUNDO.


15 comentarios:

FLACA dijo...

Gracias.Esto es demasiado.

FLACA dijo...

No vas a poder creer, pero juro que es cierto que Ghiggia siempre esta parado al solcito en una esquina a unas cuadras de casa. Nunca me animo a parar y saludarlo, me parece que es como ir a romperle la tranquilidad.

Goliardo dijo...

¡No te puedo creer, una gloria! No te preocupes, a mí me pasaría lo mismo. Alguna vez me tocó cruzarme por la calle Florida, de chico, con Borges. Me quedó grabado su impecable traje blanco. Si bien me impactó el cruce, no le dije nada, y ahora pienso que aunque su respuesta hubiese sido "no moleste" (cosa que no creo), me hubiera llevado otro registro vivo del gran maestro. Quizás en tu caso sólo sea cuestión de encontrar la frase entradora, que al hombre le dé ganas de charlar un ratito. Como hijo de famoso, te digo que quien es popular a veces se fastidia con la invasión del público, pero si no la tiene, le falta, y cuando alguien se acerca con amabilidad y simpatía, siempre resulta irresistible.
Un abrazo, Flaca, me alegra que te haya gustado. A mí me encantó porque nunca había visto imágenes del Mundial del '30.

Unknown dijo...

Vamos la celeste, que no ni no!
"Dicen que los chapetones
ya nos cuentan derrota'os
es que no han caido en que somos
pocos pero bien montaós"
Un abrazo americano a los hermanos yoruguas!

Goliardo dijo...

Tiovivo, me acordé de vos con este post, claro que sí, por tu sentimiento futbolero y tu amor por Uruguay. Para mí la eliminación de Argentina implica, además de lo triste, no poder ver más partidos que caigan en horas de clase, así que el martes estaremos palpitando con la mente y el corazón. Ojalá se les dé, sería grandioso.
¡Arriba la garra charrúa, que no ni no!

FLACA dijo...

Muchas gracias también a Sr. Tío.

©Claudia Isabel dijo...

Bien por los hermanos uruguayos; ojalá consigan el triunfo!
;)
Un abrazo

Unknown dijo...

Como dijo la Flaca, esto es demasiado.
Me emocionaste hermano.
Viste cómo es. Nosotros ya estamos conformes con un tercer o cuarto lugar. No le podemos exigir más a esos botijas. No después de tantos años de mirar los mundiales de afuera.
Gracias loco.
Colgué una joyita de cuento del Negro Fontanarrosa. Como cuento de fóbal, el Negro le ganó por goleada a Don Mario.

Goliardo dijo...

Flaca, el tío además de ser un fenómeno, es casi un connacional tuyo, que tiene hermosos recuerdos de cuando vivía en Montevideo, al que le dedicó maravillosos textos. Él y mi vieja, que también vivió por allá, me contagiaron ese amor por Uruguay, que casi me vino en la sangre.
Más abrazos.

Goliardo dijo...

¡Claro que sí, Claudia! Sufriremos juntos, de orilla a orilla. Y también compartimos la alegría de saber que, salgan como salgan el martes, ya ganaron por llegar hasta donde llegaron.
¡Abrazo, amiga!

Goliardo dijo...

¿Te digo la verdad, Santi? Para mí, que nací después del '50, y que era demasiado chico en el '70, siempre fue un misterio esto de que Uruguay haya sido tan importante en la historia del fútbol internacional, y que no lograra en los años recientes nada importante en los mundiales, cuando sigue siendo un país productor de grandes jugadores para la maquinaria europea, pasando muchas veces por acá a desfondar redes. Y a pesar de la mala racha, siempre nos dio cagaso jugar contra Uruguay, y en Copas América hemos sufrido más de un traspié doloroso (por no hablar de las Copas Libertadores). Sin embargo, los mundiales de las últimas décadas les fueron adversos. Llegar a donde llegaron es un logro gigantesco, nosotros, con las figuras que tenemos y hemos tenido, no llegamos hace 20 años a esa instancia que brasileños, alemanes, italianos y franceses en estos últimos mundiales han transitado como pancho por su casa. Pero ¿qué pasa si todavía llegan un poquitito más lejos? Me pongo en lugar de ustedes y me emociono de imaginarnos allí. Así que, simplemente, esta última entrada fue de corazón, bien vale el homenaje.
Y ahora me voy a leer el cuento de Fontanarrosa.
Un abrazo, hermano.

Unknown dijo...

Vos sabés que para mí también ha sido un misterio.
Bueno, yo, como soy vejete, salí a festejar en el 50. Claro que no tenía la menor idea de nada, porque apenas tenía 2 añitos. Después lo único que escuché fueron teorías y teorías de por qué nos fuimos al carajo.
Dicen que lo que pasa es que en aquel tiempo nadie sabía jugar y ahora sí. ¿Y por qué acá sabían? Yo no digo que tendríamos que haber ganado campeonatos después, pero por lo menos no hacer los papelones que hicimos.
Acá una vez se publicó un libro, no hace muchos años, y creo que entre los que escribieron o fueron entrevistados, estaba el maestro Tabárez. El libro se llamaba "Por qué nunca más Uruguay campeón".
Considerando que somos tres millones y medio de habitantes hoy, y que estamos en la loma del orto, en el dobladillo del mapa, el único misterio inexplicable que hay es cómo fue posible que alguna vez ganáramos aquellos campeonatos.
Y bueno, y lo de ahora, también es un misterio, mezclado con bastante suerte, una serie fácil y mucho huevo y por qué no decirlo, porque de una buena vez se trabajó bastante en serio con la selección.
Pero bueno, yo creo que el Martes los muchachos se vuelven para casa, pero lo van a hacer con todos los honores.
Che, me gustó cómo recibieron ustedes a la selección.

FLACA dijo...

Comparto contigo mi Palas Atenea, te la dejé en La Flacurita.Nadie me la regaló, ni me la compré en alguna joyería.Me dio mucho trabajo y me causó muchos sufrimientos y renuncis ganármela.Confío en que sea efectiva.

Goliardo dijo...

No me caben dudas de que las dificultades de cualqiuer selección para ganar campeonatos es simplemente la capacidad para armar un equipo, eso es lo que a veces convierte al técnico en la figura clave. Tavarez, por ejemplo, es un tipo que sabe mucho de estrategia y de llevar a un grupo. Acá en Argentina, país donde todos somos técnicos, Maradona "es lo que hay", porque nadie quiere agarrar. Y Maradona no es técnico, está aprendiendo. Creo que esta vez, Uruguay consiguió, al menos, funcionar como equipo, tirar todos para el mismo lado y cordinar. Y eso no es poca cosa.
Un abrazo y a esperar cautamente el resultado.

Goliardo dijo...

Ahí dejé mi medallita, además de llevar hoy conmigo la material. A esperar ¡Qué sana envidia me dan! Sólo puedo decirte que me encantaría estar pasando por esto, sea como sea, el sábado o el domingo juegan de nuevo y se renueva la esperanza.
Un abrazo bien celeste.